Porque dijo...

Se forma un círculo. Quien coordina propone una primera palabra. Luego, en sentido del reloj, se respetará la siguiente estructura buscando asociar una palabra con otra: "Porque [nombre de la persona que anunció la palabra] dijo [palabra que haya dicho], yo digo [palabra asociada a la anterior].

Por ejemplo:

Pedro (coordinador) dice: "Escalera".

Martina comienza el ejercicio.

- Porque Pedro dijo 'escalera', yo digo 'altura'.

Sigue Julián.

- Porque Martina dijo 'altura', yo digo 'miedo'.

Continúa Rocío.

- Porque Julián dijo 'miedo', yo digo 'correr'.

Cuando el ejercicio quede claro, se le puede sumar que, cuando se diga la palabra, cada persona pueda agregar el movimiento y el sonido de la acción mientras la dice. Así, cuando Martina diga: "Porque Pedro dijo escalera...", ella deberá repetir el mismo movimiento y sonido que Pedro hizo para que luego, al decir 'altura' simule, por ejemplo, estar al borde de un precipicio.

Tras finalizar el ejercicio con tres vueltas al círculo, podemos desafiar la memoria al repetir lo dicho en sentido contrario.

Es decir:

El ejercicio terminó con Rocío. Se propone este desafío. Rocío empieza:

- Yo dije 'correr' (gestualiza el correr, con desesperación) porque Julián dijo 'miedo'. (gestualiza tomarse de los brazos y temblar)

Sigue Julián.

- Yo dije 'miedo' (gestualiza tomarse de los brazos y temblar) porque Martina dijo 'altura' (gestualiza estar al borde de un precipicio).

Sigue Martina.

- Yo dije 'altura' (gestualiza estar al borde de un precipicio) porque Pedro dijo 'escalera' (gestualiza subir una escalera).

Allí finaliza el ejercicio, aunque quien coordina puede gritar innecesariamente: "¡YO DIJE ESCALERA!, ¡¿Y QUÉ?!".