Cuento de trolls

Se le pide al público un cuento clásico de hadas. De ser necesario, se hará una sinopsis del cuento para refrescar los hechos de la trama. Luego se le asignará a cada intérprete uno de los personajes y el público le dará una condición física o mental. Recrearán ese cuento, de principio a fin, respetando sus reglas impuestas.

Por ejemplo: "Caperucita roja"

Una niña recibe de su madre el encargo de llevar una cesta a su abuela enferma que vive en el bosque, advirtiéndole que no hable con desconocidos. Por el camino se encuentra un lobo y se detiene a hablar con él, dándole detalles de lo que va a hacer. El lobo aprovecha para engañar a caperucita y llegar antes a la casa de su abuelita, a quien se come, y luego ocupa su lugar para engañar a caperucita y comérsela también. Afortunadamente, un leñador que andaba por allí descubre al lobo y rescata a caperucita al abrir la barriga lobo y sacar a la abuelita, sustituyéndola por piedras que hacen que el lobo se ahogue en el río.

Juana: Será caperucita y su condición es tener la personalidad de una cocinera italiana.

Leandro: La abuelita; interpretación condicionada porque su personaje mide 56cm.

Martina: El lobo, quien actúa en género Almodóvar.

Pablo: El cazador, quien sólo puede hablar cuando está tumbado en el suelo.

En el caso de que fueran menos intérpretes que personajes; por ejemplo, si en este caso fueran tres intérpretes, Leandro podría hacer tanto de la abuelita como del cazador. Lo importante es que cada intérprete debe respetar su regla: Leandro hará una abuelita, un cazador, incluso un árbol de 56cm en cada aparición.